Hay mucha gente que cree que el formato RAW es la evolución digital de la película analógica. Esta afirmación es cierta a medias.
Cada marca utiliza compresión para sus archivos (CR2, NEF…), esta compresión no conlleva una perdidad de calidad ya que toda la información que ha capatado el sensor se encuentra en el archivo.
Los programas capaces de leer los archivos RAW lo hacen a partir de las especificaciones de los fabricantes y los algoritmos de compresión varian de una cámara a otra en una misma marca.
El que haya comprado una cámara último modelo quizás le ha pasado que su Adobe Camara RAW necesitaba ser actualizado para poder ver los RAWs de su nueva cámara.
Pues bien aqui viene el dilema. Hoy en día no tenemos problemas, pero quien me garantiza que dentro de 10 años mis archivos guardados en un DVD puedan ser legibles por los programas de dentro de 10 años y no tenga que buscar una versión obsoleta de una herramienta para poder abrir estos archivos. Se supone que las aplicaciones suministradas por los fabricantes de cámaras deben mantener esta compatibilidad, pero… solo son suposiciones.
Aqui es donde entra el formato DNG (Digital Negative Specification) que es un formato de archivo abierto creado por Adobe. Para que nos entendamos las especificaciones estan a disposición de cualquiera y cualquier fabricante podría usarlo para incorporarlo en sus maquinas en vez de guardar en secreto las especificaciones de sus propios archivos. Hay que aclarar que con el formato DNG no se pierde ninguna información del archivo original.
Conclusión, no estaría mal ir barajando la posibilidad de introducir en nuestro flujo de trabajo el paso del RAW propio de la cámara al formato DNG ya que a pesar de los años que pasen este formato será legible por cualquier software.